Jack Innanen: el chico más cool, caótico y encantador de su generación
Jack Innanen, la mente detrás de algunos de los videos más divertidos de internet y una de las revelaciones de Adults, acaba de protagonizar una entrevista tan caótica, honesta y deliciosa que confirma lo que muchos sospechaban: es el tipo más cool del cuarto, sin intentarlo, sin planearlo y casi sin darse cuenta.
La conversación abre con humor absurdo: su campaña para ser “white boy of the month” está en pausa. Timothée Chalamet ganó, “deserved”, dice Jack con humildad. Pero promete un regreso triunfal en 2026. Quizá con un papel extraño, tal vez en luge para honrar sus raíces canadienses. Lo único que no hará: afeitarse la cabeza como Timothée. Su papá —con ternura brutal— le dijo que tenía “la forma del cráneo rara”, lo que, según Jack, desbloqueó una nueva inseguridad. Sus padres opinan de todo: de sus tatuajes, de sus camisas en la serie, de sus gestos. Eso lo ha vuelto más consciente frente a la cámara, pero también le ha dado material para bromear: ahora dice que actuará guiñando el ojo solo para ellos.
Su bigote, convertido recientemente en sensación cultural por Adults, tampoco fue una estrategia. Jack lo ha tenido desde 2020 y confiesa que le gustaría saber dónde estuvo el amor en 2021, cuando nadie lo reconocía. El look —bigote + mullet— terminó siendo una combinación perfecta para Paul Baker, un personaje que él siente muy cercano a su propia historia: alguien que puede encajar en cualquier lado sin encajar realmente en ninguno. En sus veinte, Jack también se movía entre grupos, adaptándose, sin sentirse completamente parte de ellos. Por eso Paul le resultó tan familiar.
Y aunque no ha vivido escenas tan extremas como las de la serie, sí ha experimentado la ansiedad millennial: pagar la renta, organizar la vida, sentir celos de un amigo porque su escándalo recibe más atención que tus logros, cargar con el miedo irracional a abrir la correspondencia del buzón. “¿Por qué seguimos recibiendo cupones? ¿Qué es Zales y por qué me escribe?”, bromea.
Como buen canadiense, Jack también defiende lo que ama: Pizza Pizza es superior a Little Caesars, punto final. Sus argumentos son inesperadamente diplomáticos y divertidos. Según él, las promociones de Pizza Pizza podrían “sanar a ambas naciones”. Puede ser exageración… pero también puede ser verdad.
Uno de los momentos más tiernos de la entrevista llega cuando habla de su pasado como YouTuber de Minecraft. Sí, lo fue. Tenía un servidor, hacía Let’s Plays, redstone, Hunger Games, todo. Lo borró porque lo intimidaron, y hoy lo lamenta. Admite que ha recaído viendo videos recientemente, lo cual, según él, es inversamente proporcional a qué tan bien está en su vida. En su relación actual también genera momentos adorables: mientras su novia quiere recolectar flores en Minecraft, Jack quiere industrializar granjas. “Esto no es un juego, esto es real”, dice entre risas.
Sobre Toronto, Jack revela que Adults nunca engañó a nadie: la serie está repleta de Tim Hortons, Scotiabank y tranvías del TTC. Nueva York no es, y los neoyorquinos y canadienses lo notan en segundos. Aun así, habla con cariño de sus lugares favoritos: Soul Shakers en Bloor, Track and Field, los shawarmas locales y Paramount Fine Foods, sus visitas obligadas cuando aterriza en la ciudad.
Su camino hacia la actuación tampoco fue tradicional. Viene del mundo de los videos front-facing, y eso, dice, le generó miedo al enfrentarse con compañeros formados en escuelas prestigiosas. Pero ahora lo ve diferente: la comedia es comedia, la actuación es actuación, y muchos creadores de TikTok o Instagram hacen papeles increíbles. Él se mueve en un limbo extraño donde es demasiado actor para TikTok y demasiado TikToker para actuar, pero afirma que ama ambos mundos. Lo único raro es ver comentarios en sus videos diciendo: “¿Qué hace Paul Baker aquí?”
Su día perfecto es un retrato precioso de caos y sensibilidad: un bagel de salmón en Daily Provisions, un café negro, una visita a un mercado de agricultores, buscar libros usados, jugar Minecraft todo el día hasta sentir culpa, correr por culpa, salir a cenar y terminar en un bar de vinos. Como él mismo dice: ansiedad, Minecraft y luego vino. No existe descripción más realista de un adulto joven en el 2025.
En televisión, confiesa haber visto The Summer I Turned Pretty (Team Conrad, obviamente), Emily in Paris (“para practicar francés con su novia, aunque sepamos que no sirve”) y que una película llamada La Chimera le cambió la vida hace unos meses. En libros está dividido entre Napoleón, la Revolución Francesa, Kerouac y Didion. Todo un compendio adorable de intereses que mezclan historia, caos literario y estética intelectual accidental.
Finalmente, Jack habla de su nuevo proyecto: Big Mistakes, una comedia criminal con Dan Levy que describe como “fucking funny, realmente fucking funny”. También sueña con hacer una rom-com, más comedia, más entretenimiento con corazón. Incluso estaría dispuesto a aparecer en un spin-off llamado The Summer I Turned Chopped and Unc si llega la oportunidad.
Jack Innanen es, en esencia, la mezcla perfecta entre vulnerabilidad, humor absurdo, reflexiones inesperadas, talento genuino y un caos entrañable que hace que millones lo encuentren irresistible. No es solo el chico más cool del cuarto: es, quizá, el más real. Y ahí está su magia.
