Durante tres largos años, uno de los nombres más recordados del cine para adultos gay desapareció sin dejar rastro. Ni publicaciones, ni fotos, ni declaraciones. El silencio de Brent Corrigan —estrella icónica de la industria y protagonista de una vida llena de luces, sombras y controversias— dejó a sus seguidores preguntándose qué había ocurrido. Hoy, el actor reaparece y revela la verdad: estuvo al borde de la muerte tras sufrir una emergencia médica que lo mantuvo en coma y sin actividad cerebral detectable.
Brent Corrigan, cuyo nombre real es Sean Paul Lockhart, compartió su historia en un hilo publicado en la red X (antes Twitter). Según explicó, en 2023 sufrió una “enorme crisis convulsiva” que le provocó un fallo neurológico tan grave que los médicos no pudieron registrar actividad cerebral durante horas. “Estuve en soporte vital y nadie sabía si volvería”, escribió. Lo que siguió fue una lenta y dolorosa recuperación, una lucha por reaprender tareas tan básicas como caminar o comer. “Me devolvieron a la vida por algún extraño milagro y gracias al increíble personal médico”, confesó.
 
Corrigan, que en la década de los 2000 se convirtió en un fenómeno de la cultura gay por su trabajo en el cine erótico, ya era un personaje conocido incluso fuera de esa esfera. Su historia fue llevada al cine en King Cobra (2016), película protagonizada por Garrett Clayton, James Franco, Christian Slater, Molly Ringwald y Alicia Silverstone, que exploró los turbulentos inicios de su carrera y el trágico asesinato del productor Bryan Kocis. En ese momento, Corrigan se distanció públicamente de la cinta, asegurando que prefería contar su versión a través de su propio libro.
Tras su recuperación, el actor decidió alejarse del ruido digital y centrarse en su bienestar. Dedicó tiempo a terapias físicas, a reconectarse con la naturaleza y —como él mismo escribió con humor— “a volver a disfrutar de los fines de semana”. Hace poco, compartió una foto de su disfraz de Halloween, signo de que su energía y su ironía están intactas.
Sin embargo, su regreso no es solo una anécdota de supervivencia. Corrigan ha aprovechado esta nueva etapa para reflexionar sobre los abusos y la explotación dentro de la industria del entretenimiento adulto, tema sobre el que ha sido cada vez más vocal en los últimos años. Su historia, marcada por la fama precoz, el trauma y la resiliencia, se transforma ahora en una advertencia y una inspiración para quienes aún idealizan ese mundo.
“Volver a la vida no fue fácil”, escribe, “pero sigo aquí. Y eso, por ahora, es suficiente”.