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Sirenas, héroes y deseo: Russell Tovey en la guerra más sexy del mar

El actor británico Russell Tovey , recientemente coronado Hombre del Año por la revista Attitude , vuelve a conquistar la pantalla con un papel que promete combinar ciencia ficción, romance y una dosis de misterio sobrenatural. Esta vez, el carismático intérprete de Looking y Years and Years protagoniza The War Between the Land and the Sea , un nuevo spin-off del universo Doctor Who , creado por el inconfundible Russell T Davies . La serie, que llegará a BBC One y BBC iPlayer este diciembre , promete ser un evento televisivo a la altura de las fiestas. “Es un enorme y espectacular regalo de Navidad, con héroes, monstruos, batallas y romance, en un mundo al borde del desastre”, adelantó Davies. Su advertencia final —“¡y recuerden, miren al mar!”— sugiere que las profundidades del océano guardan más que simples criaturas: tal vez secretos antiguos o incluso los orígenes de un nuevo tipo de humanidad.   The War Between the Land and the Sea nos transporta a un planeta sumido en ...

El hombre más deseado de la televisión quiere redimirse



Después de años de rumores, retrasos y teorías en redes, Euphoria vuelve a respirar. La serie de HBO que redefinió el drama adolescente y convirtió la vulnerabilidad en un espectáculo visual está oficialmente de regreso. Y con ella, su personaje más inquietante, más odiado, más complejo: Nate Jacobs.
Jacob Elordi —ahora un nombre omnipresente en Hollywood tras Saltburn y Priscilla— ha vuelto a ponerse el uniforme de Nate, y lo hace desde un lugar muy distinto. “Fue increíblemente liberador”, confesó el actor a Variety durante la gala del Academy Museum en octubre. “Pude interpretar algo completamente distinto a lo que había hecho antes”.

Elordi no suena como un actor que repite un papel; suena como alguien que lo ha sobrevivido. Después de dos temporadas de caos, abuso, deseo reprimido y violencia emocional, Nate parecía haber tocado fondo. Pero, según Jacob, la tercera temporada se atreverá a mirarlo desde un ángulo nuevo. “Sam [Levinson] está construyendo algo muy inteligente y cinematográfico”, dice. “La gente va a alucinar”.

Aun así, mantiene el misterio. “Todos grabamos líneas de historia diferentes. No tengo ni idea de lo que están haciendo los demás”, explica con una sonrisa críptica. “Es como si fueran archivos del FBI. Lo mejor es que voy a poder ver la serie como un fan, por primera vez”.

Entre la fama y el silencio

El regreso de Euphoria ha sido casi un mito. Desde su renovación, en pleno auge de la segunda temporada, la producción quedó suspendida entre huelgas, agendas imposibles y una presión mediática que solo crece. Cada uno de sus protagonistas —Zendaya, Sydney Sweeney, Hunter Schafer, Jacob Elordi— se ha convertido en una estrella mundial. Y eso, paradójicamente, ha hecho más difícil reunirlos otra vez.

Casey Bloys, presidente de contenido de HBO, lo confirmó con cautela: la tercera temporada llegará en la primavera de 2026. “Nunca he tenido un show con tantas estrellas de cine legítimas”, confesó. “Coordinar sus agendas es casi imposible. Pero estoy emocionado. Lo que viene vale la espera”.

Esa espera ha transformado Euphoria en un símbolo generacional. No solo porque retrata el exceso y el dolor de la juventud contemporánea, sino porque su ausencia nos recordó cuánto dependemos de sus silencios. Mientras Zendaya rodaba Challengers y Jacob Elordi hacía historia con Saltburn, el universo de Rue y Nate permanecía suspendido: congelado entre la adicción, el deseo y la culpa.

La mirada de Nate

Para Jacob Elordi, volver a Euphoria no es solo retomar un personaje; es enfrentarse a una sombra. Nate Jacobs fue, desde el principio, un monstruo hecho de inseguridad y represión. Un hijo de la masculinidad tóxica que se esconde tras músculos, rabia y control. Pero bajo esa coraza hay algo que la serie nunca dejó de explorar: el miedo.
Quizá por eso, el actor habla de su regreso como una liberación. Nate, en sus propias palabras, ya no puede seguir fingiendo. “Fue liberador”, repite. “Muy distinto a todo lo anterior”.

Sam Levinson, creador y director, ha construido una narrativa en la que cada personaje habita su propio laberinto moral. Elordi no sabe lo que pasa en las otras tramas —ni Zendaya, ni Schafer, ni Sweeney comparten sus guiones completos—, pero sí sabe que Nate tendrá una línea muy concreta: una historia solitaria, casi independiente, en la que cada decisión lo enfrentará con lo que ha evitado ver.

 

La serie que cambió el espejo

Cuando Euphoria irrumpió en 2019, fue recibida como un fenómeno estético: luces de neón, lágrimas con glitter, drogas y miradas rotas. Pero debajo del exceso había un retrato mucho más íntimo: la búsqueda de identidad, el miedo a la autenticidad, el peso de las expectativas.
Cinco años después, esos temas son más urgentes que nunca. Los cuerpos de Euphoria son espejos: Rue y su adicción, Jules y su transición, Cassie y su necesidad de amor, Maddy y su poder performativo. Y Nate, el antagonista, se ha convertido en la prueba más dolorosa de que incluso los villanos necesitan perdonarse.

Jacob Elordi ha aprendido a cargar con eso. Entre Euphoria, Saltburn y Priscilla, ha transitado los márgenes de la belleza y el peligro, de lo deseable y lo violento. Pero ahora parece hablar con una calma nueva, con el tono de quien ya no teme al reflejo.

“Voy a ver la tercera temporada como un fan”, dice. Tal vez porque, después de tanto tiempo, incluso él necesita volver a mirar a Nate desde afuera.

Lo que viene

HBO ha confirmado que, además de los rostros conocidos, la nueva temporada incluirá un elenco sorprendente: Natasha Lyonne, Sharon Stone, Rosalía, Eli Roth, Toby Wallace, Danielle Deadwyler y hasta Trisha Paytas se unirán a este universo de luces y heridas.
No hay detalles sobre la trama —Levinson los guarda con el celo de un expediente clasificado—, pero todo apunta a que Euphoria dará un salto temporal y temático. Será más adulta, más oscura, más política.

Y aunque los rumores de una temporada final flotan en el aire, nadie quiere pronunciar la palabra “última”. Ni Jacob Elordi, ni Zendaya, ni HBO lo confirman. Quizá Euphoria no necesita un final todavía. Quizá lo que necesita es otra oportunidad para entenderse a sí misma, igual que Nate.

Una serie sobre el deseo de sobrevivir

Más allá del hype, Euphoria es una historia sobre lo que significa estar vivo y sentirse incomprendido. Y Jacob Elordi, en medio del ruido, encarna esa contradicción a la perfección.
Mientras el mundo lo observa como un ícono sexual y cinematográfico, él habla de libertad, de empatía, de volver a empezar. Tal vez la tercera temporada no solo redima a Nate, sino también al actor que lo interpreta.

Porque Euphoria nunca fue solo una serie sobre drogas o sexo. Fue, y sigue siendo, una pregunta: ¿cómo amar, cuando el mundo te enseñó a odiarte?

 

 

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