El universo del cine queer acaba de ganar una joya inesperada con Pillion, la nueva película que está dando mucho de qué hablar gracias a su mezcla de tensión sexual, humor británico y una historia emocionalmente potente. El film sigue a Harry Melling —a quien muchos recuerdan como Dudley Dursley en Harry Potter, y que ahora se mueve con absoluta soltura en proyectos más adultos— en el papel de Colin, un chico tímido, dulce y completamente sumiso que vive una vida rutinaria en los suburbios de Inglaterra.
Colin apenas sale de casa más que para trabajar como agente de circulación y cantar en un cuarteto vocal junto a su padre. Pero todo cambia en Nochebuena, cuando una cita fallida lo lleva a cruzarse con Ray, un motociclista alfa, imponente y misterioso, interpretado por un Alexander Skarsgård en modo cuero-total que está haciendo suspirar a medio público.
Durante el 69º BFI London Film Festival, Melling habló con PinkNews sobre las comentadas escenas de sexo entre Colin y Ray, asegurando que se sintió sorprendentemente cómodo al rodarlas. Según él, lo que hizo que todo fluyera fue que las escenas no eran gratuitas: “Siempre sentí que impulsaban la relación, la historia entre Colin —a quien interpreto— y Ray —a quien interpreta Alex—. Por eso me sentí cómodo, muy cómodo haciéndolas.”
Melling recordó que, cuando contó a sus amistades lo que incluía la película, muchos reaccionaron con sorpresa. “Me decían: ‘¡Wow, Harry… wow!’, y yo solo respondía: ‘¡Sí, es genial!’”. Para él, las escenas fueron “maravillosas” de interpretar desde el punto de vista actoral.
La crítica también ha reaccionado con entusiasmo. Marcus Wratten, de PinkNews, señaló que aunque muchos titulares se centrarán en “el sexo y lo explícito” —y sí, hay mucho de eso—, Pillion es mucho más que el cuerpo de Skarsgård. El crítico la describe como “una introducción excepcional a un cineasta que ha creado una aportación audaz al cine queer”.
La película ya se encuentra en cines del Reino Unido e Irlanda desde el 28 de noviembre, y tiene todo para convertirse en un fenómeno LGBTQ+: química intensa, personajes complejos, erotismo inteligente y una historia que combina vulnerabilidad con deseo.